Al entrar, Cuervo se sorprendió mucho de lo que allí encontró. Águila gris había escondido en aquella sala multitud de tesoros de valor incalculable. Allí estaba el resplandeciente sol, la enigmática luna, las brillantes estrellas, el agua dadora de vida y el fuego que todo lo consumía.

Le pareció injusto que todas estas maravillas estuvieran escondidas solo para el deleite de Águila gris mientras el resto de espíritus habitaban en una profunda oscuridad.

Cogió con su pico y sus garras todos aquellos tesoros y salió de aquella casa volando. Voló todo lo alto que pudo y allí soltó el sol; continuó volando al otro extremo y allí soltó la luna y las estrellas iluminando así el mundo.

Extenuado, siguió volando. Ya podía ver los valles y las montañas, y hacía ellas se dirigió para soltar el agua. Esta formó los ríos y también los mares. Los espíritus, al ver tales maravillas, adoptaron diversas formas llenando de vida el mundo.

En su lomo ya solo quedaba el fuego, que empezaba a quemarle sus blancas plumas. Demasiado tiempo había cargado con él. Al ver que este se extendía por todo su plumaje y amenazaba con consumirle por completo, se deshizo de él. Este cayó en manos de los espíritus que habían adoptado forma humana, otorgándoles así un poder sin igual.”

Esta historia es una adaptación de una antigua leyenda india en la que me he inspirado para crear el logotipo de Fáunicas.

Fáunicas es el proyecto personal de mi buen amigo Luis Paz . Blog donde publica posts de fotografía y artículos sobre viajes, filosofía, sociedad…

Os invito a navegar por él y deleitaros con sus estupendas fotografías y sus bellos textos.

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